9.9.06

Noche mala


No vengo a pedirte amor, ya no quiero tu cariño
Si una vez te ame en la vida no lo vuelvas a decir.
Me contaron tus amigos que te encuentras muy solita
Que maldices a tu suerte porque piensas mucho en mí.

Es por eso que he venido, a reirme de tu pena
Yo, que a dios le había pedido que te hundiera más que a mí.
Dios me ha dado ese capricho y he venido a verte hundida
Para hacerte yo en la vida lo que tu me hiciste a mi

Ya lo ves como el destino todo cobra y nada olvida
Ya lo ves como un cariño nos arrastra y nos humilla
Ay, que bonita es la venganza cuando dios nos la concede!
Yo sabía que en la revancha te tenía que hacer perder

Ahí te dejo mi desprecio, yo que tanto te adoraba
Pa que veas cual es el precio de las leyes del querer

2.9.06


Ahora puse un casette y suena Julie London. Que ya es algo, es la incomodidad de la ropa que se sospecha es de parientes muertos. Pero linda ropa. Lindo el entramado de la tela. Bueno, suena una canción ahora, decía, que ya es algo. Desde afuera frío, lluvia lenta y pizzeria que cierra. Adentro de otro afuera: sillas ya sobre las mesas. Acá adentro: pensando en conversaciones intercambios absurdos de ideas. ¡No voy a dejar esta vez que las palabras pesen más! No sé si me entendés, que lo que se ve, ya no más dadá. Pero las palabras son ellas traviesas, y hacen creer que estuvieron puestas ahí siempre, vos y yo lo estamos creyendo ahora. Todo esto fue la canción. Entonces, el teléfono hace el ruidito que indica que alguien llamó pero no dejó mensaje. Acá no hay identificador de llamadas quiero que lo sepas, ni sensores con claves en la paredes. Yo digo, uno se relaciona a diario con diferentes personas, no se topa uno con la especie humana al salir a vivir, son individuos. Vos decís, vos mirás, vos te reís, das vueltas de polleras y brazaditas de pescadito. Y te acurrucás. Entonces para uno de los dos el día terminó. Pero existe el sueño, y te pregunto si en el sueño se cambia el humor. Si nos acostamos de tal manera y nos levantamos de tal otra. Y al final, otra vez, tuve que reinventar de apuro, un pasado nuevo.